11 de mayo

He de decirte, mayo, que los cambios son... extraños, y a veces difíciles. Pero a veces liberan, a veces despejan y dejan lavar las alas en el río, para cuando se sequen echar a volar.

10 de mayo

He de decirte, mayo, que me he cansado de esperar. Dicen que soy impaciente y tenían razón. Aunque también dicen que de los errores se aprende y mírame. Mayo, ella no me va a importar tanto de ahora en adelante. Mayo, ahora será una más. Si, ya sé, me gusta autoengañarme. Pero mayo, es a ver si algún día cuela y consigo olvidarla al fin. A ver si algún día quedamos en tablas en este maldito juego, pues ella ya va por delante con su terrible memoria para mis besos.

9 de mayo

Simplezas. No sencillez. Simplezas.

8 de mayo

He de decirte, mayo, que las ausencias duelen. Era obvio, no? Pero, ¿y la ausencia de algo que nunca has tenido? Mayo, tú siempre con tus flores y tus cantos, seguro que nunca has sufrido esto. Pero las ilusiones son lo peor del mundo, ellas te elevan al cielo sólo para dejarte caer, y no como una pluma precisamente. Pero luego está la gente como yo, a la que nos gusta sentir el sabor del hormigón de las aceras de repente en nuestra boca. Y por eso no nos cansamos nunca de hacer el idiota.

7 de mayo

He de decirte, mayo, que me he dado cuenta de que debo tomarme las cosas con más calma. Que aquellas que yo creo que importan demasiado no lo hacen nada, y que lo que tenga que pasar, pasará. Pero ya sabes como soy, mayo. Dicen que los errores sirven para aprender, pero parece que yo tengo la función atrofiada o algo. Sólo sé hacer las cosas mal una y otra vez. Me voy haciendo a la idea de que esto va a terminar mal, como todo en mi vida.

6 de mayo

He de decirte, mayo, que hoy eres despiadado. Eres despiadado y por tu culpa acabo poniendo "h" donde no van, como en la palabra "amor" y corazones donde no son bien recibidos. Y mayo, no sabes lo difícil que es sacarlos de ahí. Es que me falta el guión para esta vida, y a mi improvisar nunca se me ha dado bien, mucho menos improvisar los versos tristes necesarios para convencerla de una locura permanente. Mayo, vas viento en popa a toda vela, casi cual velero bergantín. Y yo sin enterarme de que has llegado y estoy obligada a amar. Mis cadenas, mayo, desátame las cadenas para terminar esto de una puta vez.

5 de mayo

He de decirte, mayo, que esto me va a pasar factura. Las ilusiones suelen ser como los cometas, estrellas fugaces que se apagan al poco tiempo dejando una estela de hielo en el corazón. Sé que voy a caer estruendosamente, mayo. Pero esta vez me da menos miedo que otras. Total, estamos para sufrir y aprender, ¿no es así, mayo? Sólo quiero que tus soles me sigan iluminando cuando llegue al fondo, y aunque me cueste más sin su voz, lo lograré. O eso espero.

4 de mayo

He de decirte, mayo, que necesito respuestas. ¿Por qué tanta intermitencia? Aún así estoy contenta, me puedo alegrar con cosas tan simples... Hoy es día de esperas, mayo. Hoy es día de morderse las uñas, de tonterías alegres, de simplezas. De intentar volar, pero que la pereza me pueda, y si es sin ella, más aún. De quedarme en cama esperando respuestas, o incluso preguntas. Y de que no lleguen.

3 de mayo

He de decirte, mayo, que me duelen las mentiras un poquito más de lo normal si son de ella. Me hacen pensar: ¿Que pasará cuando el vaso esté colmado de ellas, de esa viscosa y negra sustancia? Mayo, presiento que me vas a hacer daño. Mayo, me retracto, ya no quiero sufrir, ni siquiera sentir. ¿Que pasará cuando no pueda ahogarme más hondo, cuando no quepan más lágrimas en mi almohada? Mayo, en ese momento te odiaré. Sí, te odiaré con todas mis fuerzas, porque no va a haber manera de que yo la deje de querer.

2 de mayo

He de decirte, mayo, que necesito uno de tus amaneceres. Bueno, también necesito que acabes, que llegue el verano y que se acabe el estrés. Pero tiempo al tiempo. Intentaré disfrutarte, aunque en días como hoy extrañe al abril de sus latidos. Hay tantas cosas que no hacemos por miedo, mayo... Si yo te contara. Tienes suerte de ser tan sólo un mes, cumples con tus 31 días y fin. Pero en este sitio hay personas que quieren más de lo que puedes dar, mientras hay otras que se agobian con sólo un trozo de lo que estás dispuesto a entregar. Mayo, ¿está mal que ya extrañe su voz? Todos dicen que si, pero mi corazón es testarudo y siente todo lo fuerte que quiere y puede. Hoy sólo te pido, mayo, que hagas que ella no llore, que le sonría a la vida.

1 de mayo

He de decirte, mayo, que comienzas con agobios. Con planes al traste. Sin ganas de nada excepto de verla. Ay, mayo, si ella supiera de estas letras... Sólo decirte mayo, que espero que me depares besos, y noches llenas de estrellas. Has entrado ya en mi vida sin pedir permiso, así como ella. Y todavía no sé hasta que punto me asusta eso.